Embarazo y lactancia

Rinitis y/o conjuntivitis:
La Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos hace una clasificación para el uso de antihistamínicos durante el embarazo y la lactancia, de acuerdo con la documentación existente y la relación riesgo/beneficio conocida. Así los antihistamínicos se clasifican en dos categorías:
      -B (probablemente seguros, sin toxicidad en estudios animales y/o no toxicidad demostrada en estudios controlados en mujeres) como por ejemplo Polaramine, Benadryl, Dormidita, Loratadina y  Cetirizina
      -C (efectos adversos en estudios animales, sin estudios controlados disponibles en mujeres) como Ebastel, Afluon, Mizolen, Xazal, Rupafin y  Aerius
En el caso de la administración de inmunoterapia se recomienda no iniciar ninguna vacuna durante el embarazo, mientras que en caso de que la paciente ya sea portadora de la vacuna con buena tolerancia mantener su administración.
Asma bronquial:
Dado que un mal control del asma durante el embarazo conlleva un riesgo tanto para la madre como para el feto por riesgo de padecer una crisis grave de asma, se aconseja seguir un control estrecho del asma durante el mismo.
En el tratamiento de continuación del asma de la mujer embarazada se recomienda utilizar los fármacos habitualmente empleados (corticoides inhalados de forma continuada y broncodilatadores de acción rápida si precisa).
Las recomendaciones para la administración de inmunoterapia son las indicadas en el apartado anterior.
Urticaria y dermatitis atópica:
Se mantienen las recomendaciones para la administración de antihistamínicos del punto anterior.