Consejos para el paciente alérgico al polen

La polinosis presenta una elevada incidencia sobre la población, por ello resulta de gran utilidad señalar una serie de normas para minimizar sus efectos adversos:
1. El paciente debe conocer la planta y la época de presencia en el aire del polen que le causa la polinosis.

2. Reducir las salidas al campo en época de elevada polinización, sobre todo de las gramíneas.

3. Protegerse los ojos con gafas de sol para impedir que una parte de los granos de polen que hay en suspensión alcancen la conjuntiva.

4. Al viajar en el coche es conveniente hacerlo con las ventanillas cerradas y mantener los filtros en buen estado.

5. Estar informado de los conteos polínicos actualizados.

6. Si es posible, desplazarse a localidades costeras, ya que el mar tiene un efecto atemperante sobre las concentraciones polínicas.

7. Evitar cortar el césped o tumbarse sobre él.

8. Tomar la medicación prescrita.

9. En casa se pueden llevar a cabo diversas actuaciones para evitar en lo posible el contacto con el polen:

– Utilizar la aspiradora en vez de la escoba.
– Limpiar el polvo con bayeta húmeda.
– Dormir con las ventanas cerradas.
– Utilizar filtros para polen en el aire acondicionado.
– Evitar tender la ropa en el exterior cuando hay concentraciones elevadas de polen en suspensión, pues el polen queda atrapado en ella pasando así al interior de la vivienda al recogerla.
Estas precauciones deben extremarse en los días de fuerte viento, pues favorece la liberación del polen así como la resuspensión del que, liberado en jornadas anteriores, permanecía depositado sobre las distintas superficies.