La inmunoterapia con alérgenos es el único tratamiento que puede modificar el curso de las enfermedades alérgicas, ya que actúa sobre su causa, ayudando al sistema inmunológico a desarrollar tolerancia frente al alérgeno responsable.
¿Qué es la inmunoterapia para la alergia?
La inmunoterapia con alérgenos, también conocida como «vacunas para la alergia», es el único tratamiento que actualmente puede modificar de forma duradera el curso de las enfermedades alérgicas, como la rinitis alérgica, el asma alérgica o la alergia a veneno de himenópteros. A diferencia de los tratamientos sintomáticos (como los antihistamínicos o los corticoides nasales), la inmunoterapia actúa sobre la causa de la alergia, ayudando al sistema inmunológico a desarrollar tolerancia frente al alérgeno responsable.
¿En qué consiste el tratamiento?
Consiste en administrar dosis progresivas del alérgeno al que se es alérgico (como pólenes, ácaros del polvo, epitelio de animales, mohos o venenos de abejas y avispas) con el objetivo de «enseñar» al sistema inmune a no reaccionar de forma exagerada ante él. Este proceso puede realizarse por dos vías:
- Inyectada (subcutánea): se administra en un centro médico, generalmente con una fase inicial semanal seguida de una fase de mantenimiento mensual.
- Sublingual (SLIT): se administra en forma de gotas o comprimidos debajo de la lengua, habitualmente a diario, y puede tomarse en casa tras una primera dosis supervisada.
Ambas formas son eficaces cuando se utilizan correctamente, y la elección depende del tipo de alergia, la edad del paciente, su preferencia y las recomendaciones del especialista.
¿Quién puede beneficiarse de la inmunoterapia?
Está indicada en personas con rinitis y/o asma alérgica, cuando los síntomas son persistentes o difíciles de controlar con medicación convencional. También está recomendada en casos de alergia a picaduras de insectos (como abejas o avispas), donde puede prevenir reacciones graves.
No está recomendada en:
- Niños menores de 5 años.
- Personas con enfermedades crónicas descompensadas (como asma no controlada o enfermedades cardíacas graves).
- Pacientes inmunodeprimidos o con enfermedades autoinmunes no controladas.
- Mujeres embarazadas en el momento de inicio (aunque puede continuarse si ya estaba en curso y no hay complicaciones).
¿Cuánto dura el tratamiento?
La inmunoterapia es un tratamiento a medio-largo plazo. Para que sea efectiva, se recomienda una duración de entre 3 y 5 años. Interrumpirla antes puede reducir su eficacia y no lograr los efectos a largo plazo deseados.
¿Es segura?
En general, es un tratamiento seguro si se realiza bajo supervisión médica. Las reacciones adversas pueden ocurrir, pero suelen ser leves (como picor local o síntomas nasales transitorios). Las reacciones más graves, como la anafilaxia, son raras, pero por ello las vacunas inyectadas deben administrarse en centros sanitarios capacitados. La inmunoterapia sublingual también tiene un perfil de seguridad alto y puede tomarse en casa, salvo excepciones individuales.
¿Cuándo interrumpirla?
Es importante suspender temporalmente la inmunoterapia en caso de fiebre, infecciones respiratorias agudas (como gripe, bronquitis, COVID-19) hasta que se encuentre mejor o situaciones especiales que indique el alergólogo.


