La vacunación antialérgica consiste en administrar a una persona alérgica repetidamente la sustancia que produce su enfermedad para conseguir su tolerancia.

  • Es fundamental realizar previamente un diagnóstico acertado, utilizar extractos de calidad y las dosis correctas durante un tiempo adecuado.
  • Se puede administrar a cualquier edad, aunque no se recomienda en niños menores de 5 años, pacientes con enfermedad irreversible o personas mayores. No debe iniciarse en embarazadas.
  • Tanto la inmunoterapia inyectada como la sublingual son efectivas.
  • Las vacunas inyectadas se administran siempre en un centro sanitario, siendo ideal iniciarlas en una unidad especializada, lo que permite prevenir y tratar las posibles reacciones adversas.
  • Las vacunas sublinguales pueden administrarse en el domicilio, con algunas excepciones.
  • Las vacunas frente a los pólenes pueden administrarse durante todo el año o interrumpirse antes de la primavera.
  • En caso de sospecha o infección por SARS-CoV-2 se deberá de suspender la inmunoterapia, del mismo modo que si existiera cualquier otra infección respiratoria aguda.