Guía sobre la prescripción sostenible de inhaladores

El Ministerio de Sanidad recomienda usar inhaladores con baja huella de carbono para reducir el impacto medioambiental. Inhaladores de polvo seco, de niebla fina y otros dispositivos nuevos pueden ser efectivos en casos de nuevos diagnósticos respiratorios, cambios de inhalador por razones clínicas o preferencias del paciente. Todo esto debe hacerse sin poner en riesgo el control de la patología, siempre que las características del paciente lo permitan y se mantengan los síntomas controlados.

El Ministerio ha elaborado una guía sobre la prescripción sostenible de inhaladores recordando que el cambio climático es una de las principales amenazas para la salud de la población del siglo XXI. Esta crisis tiene impactos negativos para la salud, especialmente para aquellas personas con patologías respiratorias como el asma o la EPOC.

El fin de este documento es informar a profesionales y pacientes para avanzar hacia la prescripción más sostenible, pero desde el Ministerio se recalca que, si la huella de carbono es importante, aún lo es más el paciente. Por ello hay que evitar un sobrediagnóstico, pero también infradiagnósticos, y controlar adecuadamente la enfermedad, llevando siempre a cabo una prescripción individualizada y de acuerdo con el paciente. También se debe mejorar su uso con educación terapéutica y concienciar a todos los actores sobre el reciclaje, que tiene un alto impacto ambiental.

La adherencia al tratamiento y el uso correcto de la técnica inhalatoria son esenciales para el control de las enfermedades respiratorias. Una correcta utilización de los inhaladores contribuye indirectamente a reducir su impacto ambiental, optimizando su efectividad y promoviendo un uso más sostenible. Por ello, promover la educación terapéutica es otra herramienta para optimizar el uso de los inhaladores y minimizar su huella de carbono.

Uno de los grupos de medicamentos con una importante huella de carbono, en términos proporcionales, es el de los inhaladores presurizados. La decisión de uso o de cambio de un inhalador, en todo caso, debe siempre priorizar la seguridad del paciente, teniendo en cuenta las características clínicas del mismo y el control adecuado de la enfermedad. El impacto medioambiental de una enfermedad respiratoria mal controlada aumenta debido a un mayor uso de recursos sanitarios asociados a la descompensación de la enfermedad.

Por tanto, dicha decisión, no debe hacerse exclusivamente por motivos medioambientales cuando la seguridad del paciente y el control clínico de su patología puedan ponerse en riesgo. Cualquier decisión para reducir el impacto medioambiental de los inhaladores utilizados debe hacerse de forma individualizada y consensuada con el paciente, priorizando siempre el criterio clínico y el óptimo control de la enfermedad por encima de la huella de carbono individual del inhalador.

En este sentido, la educación terapéutica es fundamental, ya que no solo mejora la adherencia al tratamiento, sino que también optimiza la técnica de inhalación. Esto contribuye a un mejor control de las enfermedades respiratorias, promueve un uso más eficiente de los inhaladores y fomenta un correcto reciclaje de estos, contribuyendo a la sostenibilidad ambiental del sistema sanitario y favoreciendo un uso más eficiente de los recursos disponibles.

Además, es necesario fomentar el reciclaje y la correcta gestión medioambiental de los inhaladores gastados, caducados o no utilizados, depositándolos en el punto convenido del sistema integrado de gestión y recogida de envases (SIGRE) en las oficinas de farmacia.

Descarga aquí la guia sobre Prescripción sostenible de Inhaladores

2025-04-02T13:10:11+02:00
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