- Eliminar de la dieta la leche de vaca y todos los derivados lácteos como yogur, requesón, queso, cuajada, mantequilla, nata, etc
- Evitar también la leche o productos lácteos de origen animal: cabra, oveja, búfala (mozzarella).
- Evitar alimentos que pueden contener leche en su composición:
- Postres a base de leche: natillas, flan, arroz con leche, etc.
- En la elaboración de algunos panes como pan de molde o tipo “Viena” puede emplearse leche en su elaboración. Debe asegurarse siempre la composición antes de su consumo.
- Repostería y bollería: tartas, pasteles, bollos, galletas, bizcocho, cremas.
- Dulces, helados.
- Fiambres, embutidos, salchichas, patés.
- Potitos o zumos con leche y papillas de bebé lacteadas.
4. Revisar con atención las etiquetas de los alimentos.
Los siguientes términos indican la presencia de leche en los alimentos: Caseína, Caseinato amónico, Caseinato cálcico (H4511), Caseinato magnésico, Caseinato sódico (H4512), Caseinato potásico, Suero láctico, Lactoalbúmina, Lactoglobulina, Hidrolizado proteico.
5. Precaución en la cocina, sobre todo cuando se come fuera del domicilio puesto que los utensilios de cocina y batidoras pueden estar contaminados con leche.
6. Evitar productos no alimentarios que pueden llevar leche en su composición: jabones, geles, cremas, champús, etc.
7. La mayoría de los pacientes alérgicos a leche de vaca toleran carne de vaca/ternera, así como de otros mamíferos. En cualquier caso, ante la duda, consulte con su especialista.
8. En aquellos niños alérgicos a proteínas de la leche de vaca que estén recibiendo lactancia materna, en la mayoría de los casos, no va a ser necesario que la madre suspenda la toma de leche y derivados, salvo que el especialista se lo recomiende porque coexista otro tipo de trastorno.
Ante la duda, debe consultar con su especialista.